Por Dra. María Alejandra Heidegger, dermatóloga
En los últimos años, las personas están tomando consciencia del daño que produce la exposición de la piel al sol. Y esto lo evidencio en las consultas en aumento acerca de qué cuidados especiales necesitamos para protegernos de él.
Primero, es necesario tener en cuenta cuáles son las radiaciones solares que nos dañan. Por un lado, los rayos ultravioletas de tipo C, que son incompatibles con la vida humana y por eso la capa de ozono que se encuentra en la atmósfera nos protege de ellos. También existen los ultravioletas de tipo B, los cuales en contacto directo y continuo con la piel producen eritemas (enrojecimiento), quemaduras y melanomas (cáncer de piel). Los rayos A, que son los que producen lesiones a largo plazo, como por ejemplo arrugas que aparecen antes del paso del tiempo o manchas.
Pero, además de las ultravioletas, estamos en contacto con otras radiaciones que lastiman nuestra piel. Éstas son las denominadas “luces chatarras”, pertenecientes a la computadora, al celular, a la tablet. En estos momentos pandémicos que vivimos, he notado un aumento en las consultas por este tipo de radiación.
Protector solar
Por eso, lo más importante es estar resguardados. Y, para eso, existen los protectores solares. Existen dos tipos de filtros: los químicos y los físicos. Los primeros tiene medicamentos que la piel absorbe y, por eso, evitan que los rayos pasen. Cosméticamente son los más recomendados, por tener además crema hidratante. Viene en distintas versiones, como geles, emulsiones, aerosoles y en polvo. Recomiendo aplicarlo en la piel al menos 30 minutos antes de exponerse al sol y renovarlo cada dos horas aproximadamente. Éste tipo de protectores lo recomiendo en adultos.
Y si de niños se trata, los protectores con filtros físicos son los mejores. Éstos, aplicados a partir de los seis meses de edad, tapan todo tipo de rayos, sobre todo las ultravioletas A y B. Tienen tres pantallas micronizadas, que generan una barrera al instante y pro eso no es necesario aplicarlo con antelación a la exposición solar.
¿Sabés qué significan los números que se encuentran en los protectores? Es simple, se relaciona con la cantidad de veces que retarda el daño de la piel. Por ejemplo, si el pote dice FPS 30 (factor protector solar 30%) quiere decir que tu piel va a tardar 30 veces más en dañarse. Por eso, recomiendo usar entre factor 30 y 50.
Todo el año
Recomiendo a las personas que se van a vacacionar, que se apliquen el protector solar cuando se levantan y que renueven su aplicación continuamente. Es fundamental no exponerse directamente al sol entre las 10 y las 16. Además, protegerse el cabello y los ojos, utilizando gorros y anteojos.
Un tip importante para saber si es conveniente exponerse al sol es observar tu sombra. Si la misma es pequeña, significa que el sol está arriba y los daños pueden ser muchos. Por el contrario, si la sombra es larga, podés ir a disfrutar del sol.
Algo muy importante es comprender que nuestra piel debe cuidarse durante todo el año, no sólo en vacaciones o verano. Tenemos que usar protector solar todos los días, desde la mañana y retirarlo a la noche. Deportistas y trabajadores que se exponen al sol, con más razón.
Los adultos mayores con antecedentes de cáncer de piel o personas calvas con lesiones sospechosas de malignidad deben utilizar protectores solares específicos, denominamos anti-age, que contienen fotoliasas que, en contacto con la puel. Protege del sol pero además produce una destrucción de las lesiones potencialmente malas.
Fuente de vida
El sol nos da vida y tenemos que estar en equilibrio con él, como con toda la naturaleza. El sol trae sus beneficios, repasemos: participa en la síntesis de la vitamina E, aumenta la repuesta inmune, baja a presión arterial, es un antidepresivo natural, mejora ciertas patologías cardiovasculares, disminuye los riesgos de tener osteoporosis, entre otras.
No existe una fotoprotección eficaz sin una fotoeducación.