Por Dra. Carolina Bainotti, pediatra
Si sos papá, mamá o cuidador de un lactante, seguramente te preocupa que tu bebé no se deshidrate. Con la llegada del calor y las elevadas temperaturas, es importante prevenir para que esto no pase. Saber cómo hidratar a los bebés se vuelve fundamental en estos casos. Aquí van unas recomendaciones sobre cómo hacerlo y qué controlar.
El cuerpo de los bebés está conformado mayormente por agua y la deshidratación se produce cuando ingresa menos agua de la que egresa en forma de orina (pis), heces (cacas) y transpiración.
Los bebés menores de 6 meses sólo se alimentan con leche, ya sea materna o de fórmula. No necesitan agua extra. La leche, tanto materna y/o de fórmula, tiene alto contenido de agua y otros componentes que cubren las necesidades del bebé. Si aportamos agua extra, corremos riesgo que tomen menos leche y se desnutran.
Entonces, ¿Cómo hidratar a los bebés menores de 6 meses? Con teta. Es fundamental prenderlo más seguido, a demanda y, si toma biberón, ofrecerlo de manera continua, respetando la proporción de agua y polvo al prepararla.
A partir de los 6 meses, cuando comienzan con la alimentación complementaria (AC), es momento de comenzar a ofrecer agua. La misma puede debe ser potable y administrarla en vasito, varias veces al día, fría o natural (como le guste a cada bebé).
Las infusiones no se recomiendan (te, mate cocido, etc.) porque, aparte de intervenir en la absorción del hierro, tienen efecto diurético (hacen hacer muchos pis).
No hay que olvidar que también se consigue hidratación a través de la comida. Las frutas de verano son ricas en agua y pueden servirte para hidratar a tu bebé.
Podes notar que le transpira mucho la cabecita, de día y de noche. Eso es normal. Se recomienda usar ropa de algodón, ya que absorbe mejor la transpiración y de colores claros. Si están al sol, usar ropa con protección UV, por supuesto en los horarios permitidos (restringir el horario de 10 a 16).
A la hora de descansar, si duermen y se destapan, no pasa nada. Se puede usar ventilador o aire acondicionado, sólo que no le de directamente sobre el cuerpo del bebé y a temperaturas estables entre 24 o 25°C.
Las señales que pueden alertarte con respecto a un principio de deshindratación son si moja menos pañales de lo habitual, si lo notás decaído o decaída, si llora sin lágrimas, si su orina es más oscura de lo habitual o si tiene la boca seca.
Es importante tener en claro que si presenta alguno de estos síntomas es necesario consultar con urgencia con tu pediatra.
A disfrutar del verano, con los cuidados necesarios. Y recordar siempre: mucha teta y agua.