La deportista local de 16 años, entrenada en la Escuela Municipal de Pesas, forma parte del seleccionado en la disciplina levantamiento de pesas olímpico.
Por Manu Abuela
Magalí Vega, que forma parte de la Escuela Municipal de Pesas de San Jorge desde sus 13 años, representará al país en los III Juegos Suramericanos de la Juventud, que comenzaron el pasado jueves 28 de abril en la ciudad de Rosario.
En el evento deportivo que cuenta con la presencia de más de 2.500 deportistas de entre 14 y 18 años de 15 países compitiendo en 26 disciplinas, Magalí representará a Argentina. Su presentación se realizará mañana viernes en el pabellón “B” de La Rural.
Inicios
En una entrevista exclusiva con El Impreso del Oeste Verónica Marsó, mamá de Magalí, realizó un repaso de los primeros pasos de su hija por la disciplina. “Ella siempre hizo toda clase de deportes y era muy buena en todos. En ese momento practicaba gimnasia artística y hockey en el Club San Jorge, además de ritmos y telas. Tenía 13 años y asistía al Centro de Perfeccionamiento Atlético (CPA) de ese club, donde intensifican el rendimiento del deportista. Mientras el profesor estaba explicando la rutina, ella estaba en la colchoneta sin llevarle el apunte, siempre fue indisciplinada. Pero cuando tocaba el silbato para empezar a trabajar, era la primera en hacerlo y terminar. Al profe le llamaba la atención”, relató.
Un día, un profesor de levantamiento de pesas la vio en un entrenamiento de CPA y le propuso a Magalí y a su familia que vaya a probarse, para ver si la disciplina le gustaba. “Me di cuenta que me gustaban los deportes individuales. No conocía pesas, pero cuando empecé, me gustó muchísimo”, expresó Magalí.
Por su parte, Verónica afirmó que “como Maga era indisciplinada y, si un día no quería ir a los deportes que hacía, faltaba sin rodeos, creí que no iba a perdurar en la disciplina. Pero desde el primer día que probó, le encantó; a tal punto de seguir a pie juntillas lo que el entrenador le exigía y nunca faltar. Entonces me di cuenta de que en realidad no era indisciplinada, sino que antes no había encontrado un deporte que le gustara”.
Exigencia
“Desde el principio Román, el entrenador, le dijo que tenía muchas cualidades, pero había una dificultad: al entrenar varios deportes a la vez no podía centrar su atención en mejorar en uno sólo, debía elegir. Además, el levantamiento de pesas es una disciplina que requiere el máximo de su cuerpo y rendimiento. Entonces, sin dudarlo, Maga dejó todo para emprender este viaje. Cambió todo por el deporte”, expresó Verónica.
Desde el momento que se propuso entrenar en serio, Magalí tuvo que cambiar su vida. Empezó a comer más sano, a levantarse a las seis de la mañana para desayunar debidamente antes de ir a la escuela. También modificó su ciclo de sueño, debiendo dormirse temprano y descansar al menos 8 horas. Así, cambió su rutina diaria. “Cuando vuelve de la escuela, al mediodía, almuerza, hace las actividades de la escuela y a las cuatro de la tarde se va a entrenar, aproximadamente 1 hora y media, según la rutina. Seis días de la semana, de lunes a sábados. No hay feriados, no hay lluvia ni frío, no hay dolor, ni nada que pueda impedir que vaya a entrenar”, afirmó su madre.
El entrenamiento
Román Gorosito, entrenador de Magalí, está a cargo de la Escuela Municipal de Pesas San Jorge, espacio que sólo entrena a mujeres en la disciplina, derribando el mito de que ellas son “el sexo débil”.
Según expresó a este medio el especialista, “San Jorge es una de las escuelas más eficientes de la Argentina, porque tenemos una población de 25 mil habitantes y alrededor de 7 pesistas con calidad de seleccionado. La primera fue María Luz Casadevalle, con grandes logros, y ahora Magalí, que entra al seleccionado internacional. Comparado con Buenos Aires que tiene tantos habitantes y sólo 2 pesistas, estamos muy bien”.
Con respecto a la decisión de trabajar en el levantamiento de pesas con mujeres, Gosorito afirmó que desde su experiencia profesional encontró mejores resultados. “Probé el entrenamiento con varones los primeros cuatro años pero, estadísticamente, los varones más aptos para el deporte son absorbidos primeramente por fútbol, o sino también por básquet o rugby. Si comprendemos que el levantamiento se comienza a la edad de aproximadamente 12 años, los niños que empezaron de pequeños otros deportes y son buenos practicándolos se mantienen allí. Pero las mujeres, luego de practicar deportes como gimnasia artística o patín desde pequeñas, al adentrarse a la adolescencia, suelen dejar. Así, hay un cúmulo más grande de buenas deportistas en el departamento San Martín y hay mejores resultados. Es más eficiente el trabajo con mujeres en esta situación”.
Además de lo expuesto, Gorosito explicó que la escuela de gimnasia deportiva de los Molinaris, en el Club Atlético San Jorge, es la mejor de la región y absorbe, en mayor cantidad, a un público femenino en edades más tempranas. De esta forma “Las chicas que empiezan de pequeñas gimnasia y dejan a los 13 años, tienen una base en el deporte muy buena, tienen una posibilidad de éxito muy grande. La mayoría de las chicas que tienen éxito en el levantamiento de pesas cuentan con un antecedente allí”, expuso el profesor.
Con lo que Magalí respecta, el entrenamiento que está realizando en esta instancia de pre-juegos se conoce como “puesta a punto”. Gorosito explicó que “luego de un período de preparación general de la deportista, que se desarrolló durante los meses de enero, febrero y marzo, quedó en el seleccionado y seis semanas antes de este torneo comenzamos con la puesta a punto. La misma consiste en entrenar las posibles cargas que va a levantar en el torneo, en diferentes combinaciones, para que tenga ensayado distintos pesos y que quede lo mejor posicionada posible dentro del podio”.
La competencia
En la halterofilia o levantamiento de pesas olímpico las competencias están compuestas por dos partes, denominadas arranque y envión. Mientras que en el arranque los atletas buscan levantar la barra de un solo movimiento desde el suelo hasta la completa extensión de los brazos, en el envión se lleva la barra en primer término hacia la altura de los hombros y luego sobre la cabeza, coordinando el movimiento de brazos y piernas. Los competidores y competidoras cuentan con tres intentos en cada técnica, completando un total de seis movimientos.
Al respecto, Magalí expresó que para mañana viernes “tengo como meta superarme a mí misma, haciendo los seis intentos válidos. Y, por lo menos, traer una medalla”.
Soñar despierta
“Pretendo seguir y mejorar. Como sueño, en un futuro, quiero traer la medalla dorada en los Juegos Olímpicos”, expresó Magalí, con todo el empuje que estar en el seleccionado le aporta.
Por su parte, Verónica también tiene todas las fichas puestas en su hija, apoyándola de forma incondicional. “Ella tiene como objetivo estar en un mundial y traer la medalla de oro. Para eso está trabajando y haciendo todo bien. Y nosotros la acompañamos en todo lo que necesite. Llevarla, traerla, buscarla, acompañarla en la mayoría de los viajes que podamos. Le compramos ropa y todo lo que necesite”.
Y el ambiente de trabajo también es favorable, ayudándola a crecer y motivándola a seguir, como ella misma lo describe. “Yo me siento como si estuviera con mi segunda familia cuando voy al gimnasio, por el ambiente, sobre todo. Mis compañeras me apoyan, el profesor además de ser profesional es muy buena onda. Somos muy unidos”, dijo la pesista, quien se preparó desde el lunes en Buenos Aires, específicamente desde la sede del Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard), para esta competición de nivel Latinoamericano.
Los sueños de Magalí crecen de la mano con su profesionalización en el deporte y sus ganas de estar arriba del podio en cada competencia. Aunque la disciplina sea de difícil acceso para las mujeres, por ser mayoritariamente practicada por hombres, y aunque haya muy pocas escuelas en el interior, el centro de entrenamiento de San Jorge junto a su entrenador y deportistas sigue haciendo historia.