Ejercitar los músculos de la cara es una tendencia en alza junto al uso de una técnica milenaria de belleza que practican en oriente con una piedra de jade
por Chama M. Nóbile
El rostro consta de 43 músculos que, como el resto del cuerpo, con el paso del tiempo pierden su tonicidad y sucumben a la fuerza de la gravedad. Al mismo tiempo, la piel de la cara también va perdiendo su capacidad de generar colágeno y elastina, el cansancio y la falta de drenaje hace que se formen bolsas debajo de los ojos y las preocupaciones se acumulan en el ceño, favoreciendo la aparición de las odiadas líneas de expresión.
Sin embargo, desde hace algunos años hay una tendencia en aumento que propone ejercitarlos tal cual hacemos en un gimnasio con abdominales, bíceps y glúteos. Se trata del yoga facial o “face yoga” y el uso de un elemento llamado Gua-sha que aseguran es el secreto de la belleza de las mujeres orientales, desde hace milenios.
El yoga facial es una técnica de masaje suave que debe realizarse a diario durante algunos minutos y que entre sus beneficios, sirve para mejorar la circulación, aumentar el colágeno y la elástina, que tonifican y reafirman la piel y liberar la tensión que puede causar la aparición de arrugas profundas. Para practicarlo basta conocer alguno de sus ejercicios, ponerse frente a un espejo y tener el rostro y las manos limpias. La práctica puede realizarse también aplicando sobre la piel cremas humectantes o aceites que favorecerán el movimiento de los dedos y aportarán sus propiedades.
Concretamente sirve para tonificar los músculos de la cara y el cuello y el único requisito es tener constancia para realizar los movimientos todos los días. Hay desafíos que establecen que al décimo día de esta práctica ya se notan los resultados físicos a la vez que reduce el nivel de stress y los tejidos empiezan a recuperar su forma y tonicidad. Además la piel se torna más luminosa y tersa.
La serie de ejercicios puede ser realizada por personas de todas las edades y los expertos en acupresión y medicina china, aseguran que su práctica estimula los puntos energéticos del rostro, eliminando tensiones, mejorando el drenaje linfático y si se combina con unos minutos de meditación, también mejoran el estado de ánimo.
El objetivo del yoga facial es mejorar la salud y el bienestar de rostro, cuello y escote, aportando mayor oxigenación a los músculos faciales y la piel, combatiendo la flacidez, la deshidratación, mejorando la flexibilidad de la dermis, fortaleciendo la musculatura facial y del cuello, reduciendo la papada y borrando ojeras, bolsas o líneas de expresión muy marcadas.
Secreto milenario
Quienes tienen redes sociales, seguramente se habrán encontrado con alguna publicación donde alguien se está pasando una piedra chata de jade o un rodillo de piedra por el rostro. Estos elementos se conocen como Gua-sha y hace más de 2.000 años que se utilizan en China y Asia en general como complemento de salud y belleza tanto del rostro como del cuerpo. En un principio constituyó el secreto de belleza de los emperadores desde el siglo VII.
El concepto oriental de la belleza no es igual que en occidente ya que los asiáticos centran el ideal de salud en la prevención y el autocuidado del cuerpo. Allí no esperan tirarse en una camilla y que un experto sea el que haga todo el trabajo, sino que aprenden a conocer y aplicar técnicas ancestrales sobre sus cuerpos y rostros para mejorar la salud y la belleza y prevenir enfermedades.
La Gua-sha es una piedra (generalmente de jade) de tamaño mediano y muy suave que sirve para aplicar masajes sobre el rostro, los hombros, cuello y espalda. Estimula la eliminación de toxinas y activa el riego sanguíneo con el consiguiente resultado de una piel rejuvenecida. Por eso es una perfecta aliada en los tratamientos antiedad, especialmente para disminuir arrugas superficiales.
Los expertos recomiendan su uso luego de la rutina de limpieza facial, con la cara bien lavada e hidratada, preferentemente antes de ir a dormir y junto a la aplicación de una crema o sérum facial. Además del beneficio para el aspecto de la piel, relaja tensiones musculares y favorece el descanso. Su uso puede complementarse con el rodillo facial para lograr un “efecto lifting” más duradero.
Entre los aceites más recomendados para complementar el uso de la Gua-sha se menciona al de rosa mosqueta y argán, especialmente para pieles maduras. Los más jóvenes pueden optar por el aceite de jojoba o de pepita de uva que redundará en un rostro sin acné.