Desde la Escuela Especial “Convivir” se impulsa la recolección de tapas plásticas para reciclar
Por Luis Blanco
La Escuela Especial Nº 2051 “Convivir” de Sastre desarrolló el proyecto “Eco Latidos”, motivo por el cual se instalaron dos contenedores metálicos en forma de corazón, que fueron emplazados frente al edificio escolar y al Centro Cívico de la ciudad, con el propósito de que los vecinos coloquen allí tapas plásticas de botellas de gaseosas, agua y bidones que posteriormente serán recicladas.
Esta iniciativa tiene como objetivo colaborar con el ambiente gracias a la disminución de residuos plásticos que, de otra forma, irían a para al basural y al mismo tiempo, colaborar con instituciones como la Fundación del Hospital Garrahan de Buenos Aires y la Escuela Técnica Nº 475 “Ingeniero Francisco Zimmermann” de San Jorge. Tanto el hospital para niños como la escuela sanjorgense, utilizan las tapas para distintos proyectos de reciclaje que les aportan fondos.
“Pretendemos que, a partir de pequeños gestos, contagiando amigos, vecinos y a toda la comunidad, logremos entre todos, convertirnos en una sociedad más respetuosa y cuidadosa del ambiente en el que vivimos”, expresaron desde la Escuela “Convivir”.
Además, desde la institución resaltaron la colaboración del grupo “Los amigos del reloj”, de la empresa Cramaco y del municipio que colaboraron con los materiales, el armado y la colocación de los corazones metálicos para que toda la comunidad pueda comenzar a depositar las tapas plásticas.
Ecológico, solidario y educativo
El Programa de Reciclado y Medio Ambiente de la Fundación Garrahan comenzó en 1999 con el reciclado de papel, en 2006 se sumaron las tapitas plásticas, en 2008 las llaves de bronce y en 2018 las latitas de gaseosa. A su vez, realiza campañas de otros materiales como placas radiográficas, cables, CDs y DVDs, entre otros. También, desarrolla el Programa de Compactación de Chatarra donde se reciclaron materiales como automóviles, rezagos de buques y aviones.
“Con cada tonelada de papel reciclado se logran salvar 17 árboles medianos que tardan entre 15 y 20 años en crecer. Al reciclar papel se ahorra un 70% de agua, un 45% de energía y se reduce la contaminación. La fabricación de diferentes productos a partir del reciclado de tapitas de plástico evita el uso de petróleo. Al reciclar bronce se evita la extracción de recursos minerales no renovables”, expresaron desde la entidad.
Los recursos económicos que se generan se aplican en: la compra y reparación de equipamiento de alta complejidad para el Hospital; la adquisición de insumos; la capacitación del equipo de salud, la provisión de oxígeno y viáticos para pacientes; y el financiamiento de otros programas.
La solidaridad llevada a la acción por los diversos actores de nuestra sociedad y de países vecinos logró un cambio de hábitos, al adquirir el valor del cuidado del medio ambiente.
Tapitas al horno
Parte de las tapitas recolectadas por la Escuela “Convivir”, serán enviadas a la vecina ciudad de San Jorge, donde los alumnos de la Escuela Técnica llevan adelante el proyecto “Tapitas al horno” que consiste en recolectar y moler tapitas plásticas de gaseosas, fundirlas en un horno y a través de distintos procesos, lograr una consistencia del material que puede reemplazar a la madera. Estas planchas se utilizan para la fabricación de varios objetos como muebles, juguetes y juegos de plaza para niños.
Tapitas por pintura
Por otra parte, desde la Escuela San Francisco de Asís de Sastre, también impulsaron una campaña de recolección de tapitas con el objeto de canjearlas por tarros de pintura de una marca que le donará cuatro litros de pintura por cada balde de 20 litros que se entregue lleno de tapitas.
La empresa utilizará las tapitas para reciclarlas mediante un proceso de pirólisis por el que obtendrá un aceite de pirólisis y pigmento negro humo que sirve para fabricar pintura asfáltica y látex negro.
La pintura que logre juntar la institución, será utilizada para realizar trabajos de mantenimiento en su edificio escolar.