Por Lorena Silvana Almagro, Doctora en fonoaudióloga, MP 157-1
Con respecto a la audición en las diferentes etapas de la vida, tenemos que considerar determinados controles y a su vez estar atentos ante síntomas que aparezcan para realizar las consultas lo más temprano posible. Pues así, los abordajes tendrán mejores resultados.
Luego de las cuarenta y ocho horas de vida ya se efectúa el primer chequeo o screeening auditivo por medio de las otoemisiones acústicas (OEA). Es una prueba rápida, objetiva e incruenta, que sirve para evaluar el oído interno. Gracias a la ley Nacional 25.415 se ha logrado que en todo niño sea estudiado tempranamente su capacidad auditiva y se le brinde tratamiento oportuno si lo necesitara, ya sea estimulación temprana, provisión de audífonos o implantes cocleares.
Todo ello ha posibilitado bajar la edad promedio de detección de la hipoacusia, de los 4 años a antes de los 3 meses de vida, con lo cual prevenimos la sordomudez, es decir, que aparte de no escuchar tampoco desarrolle el lenguaje oral.
Hipoacusia
Con las OEA se busca detectar hipoacusia congénita, la cual es profunda y puede ser uni o bilateral. Es importante trabajar rápidamente, ya que a los 6 meses comienza la “etapa propioceptiva auditiva” y cada día que pasa sin la equipación necesaria, se pierden condiciones auditivas del niño.
En audiología se requieren de varias pruebas para establecer la hipoacusia (otoemisiones acústicas, potenciales evocados tipo BERA y de Estado Estable, etc), con lo cual hay que estar activos ante un resultado de “refer o negativo”.
Siguiendo con las etapas, en los niños en edad preescolar, es fundamental junto con el exámen otoscópico y la audiometría, logoaudiometría e impedanciometría, descartar las patologías de oído medio (otopatías secretoras, disfunciones tubáricas, etc). Muchas veces las mismas cursan en estado silente, con disminución auditiva fluctuante y sin dolor, por ello la gran importancia del chequeo como rutina, que puede coincidir con el carnet escolar.
Prevenir
En cuanto a la adolescencia y juventud es el momento de hacer prevención en el uso de auriculares con altos volúmenes, ya que se sabe que a partir de los 80 dB el oído empieza a sufrir, produciéndose traumas acústicos e hipoacusia inducida por ruido, sobre todo en oídos lábiles.
Cuando comienza la vida adulta (27 a 59 años), tenemos que prestar atención si en nuestra familia hay integrantes que presenten patologías auditivas, ya que muchas de ellas se comienzan a manifestar en esta etapa, por ejemplo la otoesclerosis. También sabemos que hay genes que predisponen a la formación de hipoacusia.
Cuando aparecen vértigos, mareos, inestabilidad y acúfenos también es muy buen momento para realizar un chequeo auditivo.
El paso del tiempo
A partir de los 60 o 65 años puede ir apareciendo la presbiacusia, que es la pérdida auditiva relacionada con la edad en la cual se deteriora el oído interno y pueden aparecer paulatinamente varios signos y síntomas, los cuales nos tienen que alertar para realizar la interconsulta. Cuanto más temprano mejor, ya que los problemas auditivos nos provocan aislamiento, desatención y problemas emocionales.
Los síntomas que tendrían que producir alerta son dificultad para entender las palabras, lo cuál empeora en ambientes ruidosos o cuando hay 2 o más personas hablando;. Pueden aparecer zumbidos o se sube el volúmen de la televisión. Hay que concentrarse más en la conversación para llegar al entendimiento o empezamos a utilizar la lectura de labios. También cuando nos cuesta comprender si nos hablan de espaldas.
Ante la aparición de alguno de estos síntomas es importante realizar la interconsulta con el especialista de nariz-garganta y oído (ORL), el cual solicitará estudios auditivos para chequear el tipo e intensidad de la pérdida (hipoacusia). Luego, concurrir al fonoaudiólogo a realizar los mismos.
Si no requiere intervención medicamentosa y/o quirúrgica, es recomendable volver del fonoaudiólogo (audioprotesista) realizando le selección de audífonos, buscando el mejor en función del rendimiento, estética y confort auditivo.
En la actualidad, con el avance tecnológico, se ha logrado un aumento importante de canales en los audífonos, mejorando su capacidad significativamente y haciendo que el sonido/palabra llegue con mucha más claridad, potenciando la inteligibilidad del lenguaje.
Los audífonos están preparados para brindar conectividad a través de bluetooth con los celulares, donde la llamada o mensaje de audio llega al oído directamente evitando el ruido ambiente e interferencias. También tienen conectividad a los televisores y para los niños en edad escolar los sistemas de FM.
Por eso, es fundamental prevenir y realizarnos los controles periódicos pertinentes con el fonoaudiólogo de su confianza.