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Tras una sentencia judicial, el agresor de Camila Villalobos realizó graves amenazas a la víctima

Actualmente está ingresado en una institución psiquiátrica y sus acciones derivaron en una nueva denuncia

Por Quique de María

Camila Villalobos es víctima de violencia de género en muy variadas formas. Es cañadense pero su padecimiento comenzó en San José de la Esquina. Abuso sexual con un embarazo perdido y uno posterior que Camila eligió llevar adelante.

Denunció amenazas pero obtuvo indiferencia institucional en esa localidad entre otros ataques a su integridad y derechos. Luego, un proceso penal en el que se llegó a la condena de Gian Franco Fabbro, mediante un procedimiento abreviado y otra causa por amenazas en curso.

Todo comenzó con un noviazgo que se transformó en convivencia a partir de diciembre de 2021 cuando Camila y su futuro abusador, supieron que ella estaba embarazada. La decisión fue que ella se mudara a vivir con el hombre y su madre. Pero en el mes de marzo el embarazo se vería interrumpido, “producto de una golpiza”, según manifestó Camila ante El Impreso del Oeste. “Cuando me fui a vivir con él, se transformó como del día a la noche porque pasó a ser un monstruo. Después perdí el bebé y el 9 de julio de 2022 nos mudamos a un departamento a media cuadra de la casa de él. Y a partir de ahí, como la violencia fue peor, duramos hasta el 21 en que decidí venirme a mi casa (de sus padres en Cañada de Gómez) porque si no me mataba”.

Fue el 21 de Julio de 2022 Camila radicó la denuncia policial en San José de la Esquina y se sintió vulnerada una vez más. En este caso por el tratamiento que recibió en la comisaría. Al día siguiente, efectuó otra en la dependencia policial de Casilda donde asegura haber recibido el trato correspondiente.

Vuelta a casa

Cuando regresó a Cañada, contó haber sido bien recibida por su familia. Posteriormente llevó su caso a distintas organizaciones y finalmente sería desde la Asociación de DDHH quienes harían el acompañamiento, lo que incluyó haberla conectado con abogados.

El caso finalmente quedaría en manos de Marcelo Bertoya, quien fue el profesional que la representó desde el primer proceso, el que concluyó con una condena de prisión en suspenso mediante un procedimiento abreviado.

Bertoya continúa litigando en representación de Camila porque luego de acordada la sentencia, aseguran que el condenado (Gian Franco XXXX) empezó a acosarla mediante mensajes digitales. El profesional que representa los intereses de la otra parte es el abogado Fernando Moschini.

El 5 de mayo de este año las partes acordaron una condena de 3 años de prisión en suspenso para el acusado. Las razones por las que la víctima aceptó las condiciones del juicio abreviado, fueron explicadas a este diario por el Bertoya: “El procedimiento abreviado que se llevó a cabo en Casilda, fue porque Camila estaba por ser madre con toda la presión que sufría y con la fiscal Luna (Marianela) tratamos de cortar el tema para que Camila pudiera estar un poco más tranquila”. Luego, el abogado se refirió a nuevas amenazas que Camila comenzó a recibir a posteriori de aquella sentencia, sintetizadas de este modo: “cada vez son más graves, gravísimas. Llegó a decir que iba a violar a la nena de Camila, que la iba a atar de pies y manos y que la iba a violar delante de ella. Cosas muy pesadas que hasta a la Fiscalía de esta nueva causa le asombró el tenor de las amenazas”.

Nuevas denuncias

Como producto de estas presuntas conductas, Camila comenzó a denunciar en la fiscalía con asiento en Cañada de Gómez. Primero ante la Dra. Gabriela Lescano, luego ante el Dr. Santiago Tosco, quien finalmente logró que el Juez Álvaro Campos dictara la prisión preventiva por 60 días. Por otro lado la defensa del acusado solicitó que sea trasladado a una clínica neuropsiquiátrica en Rosario a los efectos de preservar la salud de su representado.

Cabe aclarar que durante el primer proceso, el imputado que también estuvo prisión preventiva, había sido trasladado a la misma clínica neuropsiquiátrica a la que ahora volvió. Al respecto Bertoya manifestó que “por la violación a las restricciones que surgieron del procedimiento anterior, lo que se tiene que cambiar es la modalidad de la pena, y en vez de ser en suspenso tiene que ser efectiva y que cuando salga de la clínica debería ser alojado en una unidad penitenciaria y ya no en una alcaidía, para garantizar la condiciones para la asistencia en salud”.

El abogado acotó además que “por un lado hay que evitar cualquier tipo de impugnaciones y por el otro, garantizar la salud psicofísica del imputado más allá de lo que haya hecho, y fundamentalmente porque hay que respetar los derechos constitucionales del acusado”. 

Camila

Camila decidió hacer público su caso desde el primer momento en que retornó a la ciudad. A continuación compartimos expresiones que fue deslizando durante la entrevista. “Volví a toda lastimada y humillada por mi expareja y también por la violencia institucional de parte de la policía de San José de la Esquina que no atendió mi situación, lo cual denuncié al día siguiente en Casilda”. En otro orden expresó que “quiero recalcar que es el último caso que acompañó (Rubén) “Kelo” Moreno desde la Asociación de DDHH de Cañada de Gómez. Porque del día uno en que fui a la casa de Adriana (Diez) y Kelo, ellos se pusieron a mi disposición”.

Luego decidió volver sobre la problemática de género en términos generales: “Recordemos que muere una mujer cada 28 días en Argentina por violencia de género. Que la mujer sin hablar está en peligro y si habla, también”.

A paso seguido volvió sobre su historia: “Agradezco todo el apoyo de los chicos de DDHH a Marcelo Bertoya y a mi familia porque luchan por mis derechos y por los de mi hija”.

Respecto de su agresor afirmó que “es un ser humano que me da asco porque mi hija, que lamentablemente tiene su sangre, merece respeto”.

Con la sentencia surgida del juicio abreviado se había arribado a lo que se suponía el final de una historia alcanzado por el acuerdo de las partes. Por consiguiente esta es una crónica que comenzó a elaborarse, prácticamente desde la misma hora en que Camila regresó a Cañada de Gómez, a partir de relatos de una víctima de violencia de género y de su entorno. Pero con las nuevas amenazas denunciadas por Camila Villalobos se abre otra etapa. Se trata de una causa que está en sus inicios y que será el disparador de una nueva entrega en alguna futura edición de El Impreso.

En una futura nota esperamos tener los argumentos del abogado defensor Fernando Moschini,  quien ha comprometido brindar a este medio los fundamentos de su defensa.

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