Por: Lic. Ernesto Rubén Paez: psicólogo, psicopedagogo, radiólogo. MN 45577
Lic. Martin Alejandro Álvarez, psicopedagogo, Lic. en educación
Cada año, desde 2003, el 10 de septiembre, se celebra en todo el mundo, el Día Mundial para la Prevención del Suicidio. En Argentina desde 2010, gracias a una declaración realizada en el Congreso de la Nación Argentina, se celebra este día con la intención de promover a nivel comunitario la revalorización de la vida por medio de diferentes espacios culturales, artísticos, deportivos y académicos.
Como todas las campañas de prevención que quieren visibilizar una problemática o concientizar sobre la misma, tienen algunos símbolos y colores insignia. En este caso, es el color naranja el que acompaña desde el 2010 las acciones realizadas en el país sobre la temática.
Argentina es pionera en haber logrado una ley de atención integral a la problemática del suicidio (N° 27130), la cual se encuentra en vigencia desde 2015, con una adhesión de 23 provincias. Entre ellas, se encuentra Santa Fe, que realizó la adhesión por medio de la ley provincial Nº 13951 del año 2020.
La ley nacional para la Prevención del Suicidio, establece que “toda persona que realizó un intento de suicidio tiene derecho a ser atendida en el marco de las políticas de salud y la legislación vigente, priorizando la asistencia de niños, niñas y adolescentes”.
Algo novedoso que trajo esta ley es que, además de la atención a la persona que está atravesando un proceso suicida, se “debe brindar cobertura asistencial a las familias, como así también a las familias víctimas de suicidio”.
Para garantizar la asistencia mencionada en el párrafo anterior, la ley prevé acciones de capacitación que “será un proceso sistemático y permanente, con programas de formación destinados a trabajadores de salud, educación, seguridad, justicia, medios de comunicación social y contextos de encierro en las áreas de prevención, asistencia y posvención”.
La Asociación Médica del Departamento San Martín tomó la iniciativa de la realización de una formación del campo suicidológico, que se denomina Interventores Comunitarios para el Trastorno del Comportamiento Suicida “Entrenadores de Vida”.
La capacitación se desarrolla a partir de una alianza estratégica entre la Asociación Médica, los municipios de San Jorge, Sastre, El Trébol y la Fundación Manos Unidas Por la Paz y su Programa de Prevención, Atención y Posvención del Suicidio, el cual está conformado por profesionales que participaron en la declaración del día nacional para la prevención del suicidio y la redacción de la ley nacional.
El suicidio y las autolesiones no suicidas son una problemática de salud mental que puede y debe ser atendida en equipo interdisciplinario. La persona que no quiere vivir más o se autolesiona, se encuentra sufriendo o atravesando dificultades para afrontar sus emociones y resolver los problemas de manera saludable.
Estar atentos a lo que estas personas demuestran, no minimizar cualquier manifestación, escuchar, acompañar, no juzgar y generar un puente con profesionales especializados de salud mental para que realicen la atención correspondiente, es lo recomendable en el marco de la legislación vigente y los parámetros científicos actuales.
La promoción de la salud y las actividades de prevención en el marco de la intervención comunitaria son indispensables para la detección temprana, evitando una solución definitiva para problemas temporarios.
Cualquiera que considere necesita atención, puede acudir a cualquier profesional de salud o salud mental, también se puede contactar con el 0800-999-0011 con cobertura nacional.