En el inicio del ciclo de seminarios “Renaturalizar las ciudades” el rector de la UNR, Franco Bartolacci, destacó el deber de la Universidad de “poner todos sus recursos a disposición de una sociedad que la necesita para poder resolver sus problemas estructurales”
El Instituto de Salud Socioambiental de la Facultad de Ciencias Médicas junto a la cátedra Economía, Ambiente y Sociedad de la Facultad de Ciencias Económicas y Estadística de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y la fundación Rosa Luxemburgo lanzaron un ciclo de seminarios gratuitos para repensar el modo de vivir y planificar las ciudades que tuvo su primera jornada este lunes en el aula “Miryam Gorban” de la FCEyE.
El ciclo denominado “Renaturalizar las ciudades”, propone cinco encuentros presenciales y abiertos a la sociedad, donde se desarrollan talleres, conferencias y debates con el objeto de repensar los espacios y modos de vida urbanos más saludables, sustentables y equitativos para sus habitantes y para el ambiente.
La propuesta destinada a expertos en la temática, activistas ambientales y tomadores de decisiones arrancó este lunes con la mmira puesta en repensar espacios y modos de vida urbanos y se trató el tema de la alimentación con la exposición de diversas experiencias de huertas urbanas y periurbanas agroecológicas en diferentes puntos de la provincia. Los encuentros continuarán el 1° de julio, 5 de agosto, 2 de septiembre y 7 de octubre de 2024.
El acto inaugural del ciclo estuvo a cargo del rector de la UNR, Franco Bartolacci; del integrante del Grupo de Estudios de Economía, Ambiente y Sociedad de la FCEyE, Guillermo Peinado; el decano de FCEyE, Javier Ganem; el integrante del Instituto de Salud Socioambiental de la Facultad de Medicina de la UNR, Damián Verzeñassi y la representante de la Fundación Rosa Luxemburgo, Patricia Lizarraga.
Problemas estructurales
“Es importante estar aquí por el reconocimiento a los colegas que vienen trabajando desde hace mucho tiempo temas que no necesariamente tuvieron la centralidad y la jerarquía que, a mi juicio, deberían tener en el ámbito universitario. Mi presencia como representante institucional tiene que ver por un lado en reconocer esa trayectoria y por otro, poner de manifiesto cuál es el lugar y la trascendencia que esta agenda debe tener en ese ámbito”, señaló Bartolacci.
El catedrático añadió que “hay fundamentos que se relacionan con la misión de la Universidad, que no es una mera expendedora de diplomas sino que, además de su misión básica de garantizar formación de excelencia, tiene capacidades y posibilidades de hacer aportes que van mucho más allá de eso y poner todos sus recursos a disposición de una sociedad que la necesita para poder resolver sus problemas estructurales”.
“En el tema ambiental -continuó- nos lleva a preguntarnos cuál es la sociedad que queremos construir, el mundo que queremos habitar, qué manera podemos encontrar para promover formas distintas a las conocidas que nos condujeron hasta este lugar y tienen que conformar una agenda prioritaria”,
“Creo mucho en esto de ‘pinta tu aldea y pintarás el mundo’ -frase atribuida al escritor ruso León Tólstoi- y claramente las ciudades son los lugares en los que uno puede poner en práctica formas alternativas, más prácticas, cooperativas, solidarias y colaborativas de reconocernos, encontrarnos y garantizar la vida en común”.
“Vemos señales todo el tiempo de agotamiento de un planeta que no da más. Las formas de habitarlo que desarrollamos nos llevaron a casi terminar con él. La pregunta es por qué cuando son tan contundentes esas manifestaciones de agotamiento parecieran no conmover a las instituciones, los actores políticos y a quienes tienen que tomar decisiones para que esas formas se reviertan”, esgrimió.
Las corporaciones
“En general, no conmueven porque el poder de las corporaciones es tan potente que, hasta que no se revierta o discuta, las instituciones apenas pueden llevar las cosas a otro lugar. Por la dinámica del sistema y en el marco de esas presiones el poder corporativo hace que todo siga más o menos igual, más allá de esos signos de agotamiento”, dijo el rector y añadió que “por el lugar que ocupamos y el poder de hacer o decir cosas que otros no pueden es que tenemos un mandato de mayor responsabilidad de revertir ese proceso. Si no se construye un poder social tan potente o más que el poder corporativo difícilmente la situación que atravesamos se puedan revertir”.
“Probablemente tengamos prácticas puntuales, experiencias alentadoras y cosas pequeñas que nos den esperanza, pero difícilmente podremos torcer el rumbo de la historia. Para hacerlo será necesario que todos juntos al mismo tiempo pintemos la aldea propia construyendo prácticas alternativas y los consensos que permitan generar tanto poder de este lado para que las cosas comiencen a hacerse de una manera distinta”, dijo Bartolacci.
“Me interesa que los temas prioritarios para la universidad, como el ambiental y la formación de las ciudades, tengan centralidad en la capacitación y creación de conocimiento, sino que empiecen a manifestarse en todas las competencias propias de la Universidad como el desarrollo científico, alzar la voz pública cuando sea necesario y poner en práctica las experiencias que den sustento al compromiso discursivo. Venimos de experiencias muy interesantes en todos los polos productivos de nuestra universidad en el ámbito de la alimentación”, dijo el rector y señaló que “es realmente inmoral que en un país como Argentina miles y miles de chicos no tengan garantizado un plato de comida sobre la mesa. Si las autoridades y el Estado miran para otro lado no es el camino que debe seguir la Universidad y en ese camino estamos”, concluyó Bartolacci.
Crisis climática y ciclicidad de la vida
“Enfrentamos una crisis climática sin precedentes que amenaza nuestro planeta y formas de vida. El modelo civilizatorio actual, basado en la sobreexplotación de recursos y la mercantilización de la naturaleza, nos llevó a un punto de inflexión. En estos contextos, las ciudades (que en América Latina concentran más del 75% de la población, y en Argentina más del 94%), se transformaron en territorios determinantes a la hora de analizar los impactos de la crisis climática, así como las construcciones de condiciones de habitabilidad en estos contextos”, expresaron los organizadores.
La propuesta expresa que “la renaturalización implica recuperar el entendimiento de la ciclicidad de la vida, así como la necesidad de identificar espacios de acción concreta que permitan recuperar territorios urbanos para favorecer los diálogos desde las diversidades, tanto biológicas como socioculturales”.
Durante la primera jornada se abordaron ejes temáticos relacionados a cómo alimentar las ciudades, la posibilidad de una economía urbana y solidaria, cómo planificar las ciudades y realizar una transición ecosocial en ellas.
Expusieron el secretario general de la UNR, Guillermo Montero; el intendente de Pérez, Pablo Corsalini y representantes de Huerteros Agroecológicos de Rosario, del Programa Cinturón Verde, Desvío a la Raíz, Escuela Agrotécnica General San Martín (UNR), de Polo Obrero, de la Municipalidad de Rosario y de comedores barriales.
La clausura del primer encuentro se realizó con un seminario de la materia de Salud Socioambiental de la Faculta de Medicina de Rosario, en el que se abordaron de manera integral los desafíos y oportunidades en la intersección de salud, ambiente y urbanismo.