Luego de una secuencia de accidentes fatales, el grupo retomó los controles de alcoholemia junto a autoridades locales y provinciales.

Por Gisela Quinteros Polo

Un grupo de vecinos autoconvocados de El Trébol volvió a organizar controles de alcoholemia, tras varios años de inactividad. La decisión llega luego de que se hayan registrado en la región una serie de accidentes fatales.

La organización de operativos nocturnos para detectar conductores alcoholizados se realizaba principalmente durante los fines de semana para evitar que las personas que habían ingerido alcohol se sienten frente al volante. Fundamentalmente para concientizar sobre la problemática e instalar la figura del conductor designado cuando los viajeros salían en noches de esparcimiento.

Ahora, desde la agrupación de autoconvocados, la Municipalidad y la Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV) se retomó la actividad que volvió sobre la ruta provincial 13 el fin de semana último y continuará el próximo con controles urbanos. Tras un intenso despliegue, del que también participó personal de Seguridad Vial Nacional, inspectores del departamento de Tránsito Municipal y efectivos de la Comisaría IV, realizaron 141 testeos.

“Es un trabajo conjunto, en este caso enfocado puntualmente en controles de alcoholemia en ruta, aunque también se pidió documentación a los vehículos ya que la APSV es la autoridad con jurisdicción para labrar las actas correspondientes”, explicó la directora de Habilitaciones y Seguridad Vial y Comunitaria de la Municipalidad de El Trébol, Julieta Mariscal.

“Hay que tomar conciencia y trabajar en esta temática con todos los actores de la sociedad. Lamentablemente, tuvimos hechos muy tristes. Por eso, creemos necesario y fundamental hacer hincapié en esto, en lo que provoca el alcohol a la hora de conducir”, remarcó y adelantó que “en breve, comenzaremos también a implementar estos operativos dentro de la ciudad”.

Fundadora

La vecina trebolense Fernanda Miller, responsable del resurgimiento del movimiento de autoconvocados que lleva adelante la valiosa tarea de prevención, explicó a El Impreso del Oeste que “después de las tragedias sucedidas –en referencia a la muerte de un joven de 21 años en El Trébol y a otros dos que fallecieron en un accidente en Carlos Pellegrini- le escribí a Ivana Marcos, que es la organizadora de los operativos de Seguridad Vial y le conté la necesidad de volver a hacer controles. Sin rodeos me propuso organizar para el siguiente fin de semana. Le hablé a la intendente de El Trébol, Natalia Sánchez, intercambié sus números de teléfono y el martes ya habían coordinado para el sábado”.

Miller comenzó a trabajar en 2000, cuando los autoconvocados hacían todo solos. Se paraban en la ruta y con vocación de servicio llevaban adelante la tarea de prevención. Ellos salvaron cientos de vidas con sus acciones solidarias.

Luego de unos años de pandemia y tragedias, nuevamente comenzaron a suceder accidentes gravísimos que movilizaron a estas personas a pararse de madrugada en las rutas para concientizar y tender su mano comprometida, a pesar de las condiciones que impone el clima y los malos tratos que, a veces, deben soportar.

Entre quienes se organizaron para ir a la ruta “estuvieron algunos del grupo anterior que quisieron seguir más los que me escribían en un posteo que hice en el Facebook. Agendé a todos los interesados y armé un grupo de Whatsapp. En este momento somos 20. El sábado fuimos seis, esa cantidad es suficiente para el control. Pueden sumarse todos quienes así lo sientan, que quieran comprometerse. Tres chicas fueron por primera vez y tres fuimos de los que estamos siempre”, confió sobre la organización.

“La noche transcurrió bastante tranquila, se controlaron 141 vehículos, de los cuales hubo positivos sancionables y positivos no sancionables porque tenían una graduación por debajo de 0,5 grados de alcohol en sangre”, reveló.

Además, indicó que “lo que se cambió en el último tiempo es que quien maneja puede ceder la conducción, si el acompañante da negativo y tiene licencia para conducir, pueden hacer el cambio, y al que conducía alcoholizado se le retiene su licencia, después es citado por el juez de falta y se le informa la multa en litros de nafta”.

En general, “vimos a casi todos con buena predisposición. Siempre hay algún apurado, algún maleducado, pero son los menos, por suerte. Estamos con nuestros folletos, se los entregamos a cada conductor; llevamos termos de café, vasitos térmicos, agua. La idea es darles de beber a los que tienen que esperar les baje el nivel de alcohol, pero esta vez no estuvieron casi nada, porque cambiaron de conductor”, detalló.

Con respecto a la frecuencia de los controles, expresó que “la idea es estar en distintos lugares, días y horarios. Lo vamos a pedir todas las semanas, y las autoridades nos dirán si se puede o no, según haya eventos en otros lugares y los soliciten. En Carlos Pellegrini se están organizando algunas mamás también, allí iremos a acompañar. Todo el que quiera sumarse es bienvenido. Para ir rotando los findes, sino después pasa lo de siempre que se cansan de ser siempre los mismos”.

Tolerancia cero

Miller anunció que van a luchar por conseguir que Santa Fe tenga tolerancia cero. “Por ahora se tolera 0,5 en las rutas provinciales. Vamos a luchar para cambiarlo porque, por ejemplo, el sábado varios tenían alcohol en sangre 0,38 o 0,45 y era temprano. Quizás estaba justo en la curva ascendente. Un rato más y pasaban los 0,5, pero no se los puede demorar 15 a 20 minutos para ver si sube, hay que dejarlo ir. El que maneja debería tener cero alcohol en sangre y punto”, sentenció.

En relación a este tema, trascendió que la senadora provincial, Cristina Berra, se contactó con el grupo a fin de llevar adelante esa modificación de la normativa vigente, a través de un proyecto de ley que presentará en la Legislatura.