En la pequeña localidad de Serodino funcionan talleres comunales que tienen como objetivo generar puestos de trabajo, crear productos de calidad a bajos costos y entregarlos de manera solidaria a quienes más lo necesitan en la región.
Por Faustina Plano
“Esta fue una propuesta de campaña, antes de ganar las elecciones. Queríamos crear talleres comunales, fundamentalmente de calzado. Previo a comenzar nuestra gestión, nos comunicamos con Edgardo Cejas, de Capitán Bermúdez, a quien llamamos “Maestro Zapatero”. Él trajo todo su conocimiento, mientras nosotros íbamos adquiriendo maquinarias. Al principio hacía todo él, ahora hay 6 personas trabajando y Edgardo viene sólo una vez por semana a supervisar la producción. Fue una propuesta que realizamos y la intensificamos a tal nivel que ahora también contamos con un taller textil”, comenzó explicando el presidente comunal de Serodino, Juan Pio Drovetta, en diálogo con el Impreso del Oeste.
Actualmente, la misión de los talleres no es fabricar a una escala industrial, sino llegar a la mayor cantidad de lugares donde la gente lo necesita. En este sentido, Drovetta expresó: “Estamos sorprendidos gratamente con la repercusión en la región. Totoras, Cañada de Gómez, Maciel, Oliveros, Monje, como también Carrizales son sólo algunos de los lugares donde llegamos. No solo aportamos zapatillas, sino también prendas de vestir.”
La producción
Si bien el taller comenzó solo con la producción de zapatos, hoy realiza una amplia variedad de calzados e indumentaria, como así también mochilas, porta mates, entre otros productos: “Uno no pensó la dimensión que iba tomando, pero se trata de seguir invirtiendo en espacios, maquinarias y en la capacitación del personal. Los chicos siempre dicen que se sienten felices por aprender un oficio y sentirse útiles. Además, llegar a otras localidades y que se vean prendas que hicimos nosotros hace que los trabajadores de los talleres se sientan muy orgullosos”, aseguró el Presidente Comunal.
Con respecto a las personas que actualmente trabajan allí, Drovetta nos detalló cómo llegaron hasta este lugar: “En comunas como las nuestras, donde no hay muchas fuentes laborales en lo privado, uno como Estado tiene que tratar de atender a través de ayuda social la falta de oportunidades laborales. Cuando comenzó nuestra gestión, vimos que había muchos chicos y chicas que estaban realizando tareas de limpieza, entonces les brindamos la posibilidad de capacitarse en el rubro de hacer zapatillas o de la industria textil. Fue así como detectamos unas 12 personas que estaban interesadas en aprender: son los mismos que hoy se encuentran trabajando en los talleres de manera permanente”.
Cabe destacar que una de las misiones principales de los talleres es que todos aquellos que asisten puedan desarrollar un oficio, para llevarlo a su vida privada si así lo desean. “La finalidad es que ellos se sientan como se sienten ahora: contentos porque constantemente tenemos nuevos objetivos y nuevos desafíos. Los participantes están muy motivados”.
Solidaridad
Todas las semanas, la comuna de Serodino realiza entregas de productos elaborados en la localidad a distintas entidades de la región: “Por lo general, nosotros lo que hacemos es donar los productos. No es sólo una manera de colaborar, sino también de promocionarnos. Lo que donamos en un lugar nos sirve para que nos llamen, por ejemplo, de algún club” explicó el jefe comunal.
Si bien la idea es llegar a la mayor cantidad de lugares posibles, Drovetta aseguró que lo más importante es que las necesidades de Serodino están cubiertas. “Esto surge primeramente como atención de las instituciones de nuestra propia localidad. No podemos salir a donar a otras localidades si no estamos ayudando a nuestra propia comuna. El Área Social trabaja permanente con los clubes, pero fundamentalmente con las escuelas”. En esta línea, agregó: “Nos dimos cuenta que muchos chicos no iban a la escuela porque no tenían calzado adecuado, entonces nosotros estamos ahí. El poder saber que uno llega a una familia para que los chicos vayan a la primaria o secundaria, es un objetivo prioritario para nosotros”.
En este sentido, el presidente comunal aseguró que los mismos chicos y chicas del taller tienen la misión de ser solidarios. Ellos son los primeros en buscar cumplir con su localidad, y luego llegar a otras localidades. “Es algo que nos satisface mucho como serodineses, esto nos representa como sociedad”, enfatizó Drovetta.
Una alternativa al mercado
Más allá de las donaciones, el titular de la comuna enfatizó en que la intención es llegar a aquellas familias que no pueden acceder a los precios que ofrece el mercado: “Hoy unas zapatillas muy económicas salen entre tres mil y cuatro mil pesos. Si tenés tres hijos, tenés que gastar entre diez y quince mil pesos cada muy poco tiempo, ya que los más pequeños gastan rápido las zapatillas. Es mucho dinero para una familia y por eso nosotros brindamos una alternativa. Cuando empezás a recorrer, te das cuenta que tus productos pueden llegar a un montón de familias y eso hace muy bien. También cuando vemos que la gente los compra para trabajar. Vendemos a un precio económico porque no pensamos en esto como un negocio”.
Al notar que lo que se fabricaba no llegaba a todo el mundo, crearon un nuevo espacio: “Viendo que no teníamos la visibilidad de nuestros productos, decidimos establecer un lugar llamado Punto I. Ahí nosotros mostramos absolutamente todo lo que hacemos, pero también permitimos que las personas de la localidad que sean artistas, artesanos, o que tengan obras de arte, puedan exhibir y comercializar sus productos”.
Serodino turístico
Poco a poco la comuna intenta ubicarse como un punto turístico de la provincia. Actualmente, ya cuenta con varios espacios que los fines de semana son visitados por ciudadanos de la región o por aquellos vecinos y vecinas que alguna vez vivieron en la localidad y hoy deciden volver de visita, para conocer sus nuevos centros atractivos.
“La idea surgió con los espacios públicos, con Juan José Saer que fue un escritor muy importante del pueblo y demás. Uno tiene que ir buscando objetivos e ir perfeccionando para que, el día de mañana, la suma de esas partes hagan que el objetivo, en este caso un Serodino Turístico, ya no sea tan lejano. En virtud de ello, estamos haciendo un laberinto que será un parque temático. Todo va haciendo la sumatoria: empezamos con El Molino, que es un lugar donde tenés energía solar, pescados, cascadas, huerta, fogón. Seguimos con Punto I, también creamos una escultura de un oso que cuenta cuentos con un árbol que estaba caído. Lo importante son los espacios públicos que permitan sociabilizar”, aseveró el jefe comunal.
En este proyecto, los talleres comunales también cumplen un rol muy importante, ya que en muchas ocasiones permiten que quienes visiten la localidad puedan llevarse recuerdos con la impronta de Serodino.
Un producto de calidad
Desde la comuna, buscan constantemente que los productos que crean en los talleres comunales sean cada vez de mejor calidad: “Si vemos la primera zapatilla que hicimos y la comparamos con las que hacemos ahora, mejoramos mucho”.
Sin embargo, ese perfeccionamiento no es algo que se consigue solo capacitándose y mejorando la maquinaria. Drovetta lo explicó con el siguiente ejemplo: “Al darle tanta difusión y llegar a tantos lugares, la empresa Grimoldi (que es una de las número uno del país) cada vez que la llamamos nos prepara los recortes de cuero que ellos no utilizan. Nos entregan como 10 o 12 cajas y en los talleres lo utilizamos como materia prima. Los talleristas, de manera artesanal, seleccionan los recortes a utilizar para hacer borcegos o zapatillas”.
En este sentido, Drovetta destacó que “Es importante ver cómo, cuando uno ayuda, la gente lo ve y el privado también colabora. Hemos hecho un montón de pares con estos recortes”.
La clave: innovar
El proyecto de Serodino es uno de los más importantes en la región a nivel de gestión comunal. “Recibo muchísimas consultas. Yo creo que, haciendo un paralelismo, lo importante es innovar. Estamos para hacer las cosas bien en el Estado, pero no nos podemos quedar solamente con eso. Es decir, nosotros tenemos que llegar con obra pública, con la atención en el Samco, con iluminación, el barrido y la limpieza, pero tenemos que mirar más allá, ver dónde podemos llegar con el Estado comunal”.
Serodino es una localidad que desde hace un tiempo busca innovar. En palabras de Drovetta, “Hay que adentrarse en un mundo, investigarlo y darle para adelante. El caso más reciente es el de las criptomonedas. Salimos en todos los medios nacionales por ser la primera comuna que emana criptomonedas, que serán para todas las instituciones de nuestra localidad”. “Esa es la diferencia que tenemos que tener, tratar de innovar: que el Estado sea una fuente de producción. Podemos y debemos hacerlo de la mejor manera, siendo eficientes. Es nuestro pensamiento al hacer una calle, hablar de una criptomonedas, o de los talleres comunales”, finalizó el presidente comunal.