La museóloga, Olga Banchio, recopiló durante una década la información que forma parte del trabajo editado recientemente.
Por Ruth Oitana
Con una importante convocatoria de público, el viernes último se realizó en el Centro Cultural Municipal, la presentación formal del libro “La historia de la Parroquia San José”, un trabajo de recopilación realizado por, Olga Banchio, ex directora del Museo Histórico Municipal “Dr. Rodolfo Doval Fermi” sobre la construcción de uno de las edificaciones más antiguas de la actual cabecera del departamento San Martín.
La colonia Sastre y Ortiz fue fundada en 1886 y la parroquia comenzó a construirse en 1889, convirtiéndose en la primera institución del incipiente poblado y por consiguiente en uno de los edificios más antiguos que aún se conservan luego de 134 años. “Si bien no hay datos oficiales, hay historias que ubican el inicio de la edificación en 1884, dos años antes de la aprobación de la traza oficial, cuando los primeros pobladores comenzaron a asentarse en estas tierras. Sin embargo, no hay información suficiente para corroborarlo, por lo que se toma a 1889 como el año de inicio de la construcción. Es decir, tres años después de la constitución oficial de la colonia”, indicó a El Impreso del Oeste la actual directora del museo, Elisa Oitana.
Durante la presentación, Banchio contó las instancias que hicieron que se abocara a la recopilación de información para relatar en un libro el contexto en el cual se puso la piedra fundacional de la parroquia y la evolución edilicia que fue teniendo a través de las décadas, así como una minuciosa recopilación de su patrimonio interno.
La idea
El proyecto comenzó en 2009 cuando la comunidad católica de la ciudad se prestaba a conmemorar los 120 años del edificio. Junto al cura que se encontraba en ese momento a cargo de la iglesia, Sánchez empezó con la tarea de reunir información sobre la historia institucional, tarea en la que fueron colaborando distintos vecinos y vecinas de la ciudad que aportaron datos y material fotográfico para ir rearmando el camino vivido durante más de cien años.
Durante la presentación, Banchio hizo un breve relato sobre los acontecimientos que la llevaron a escribir sobre la historia de la parroquia, sobre los datos más curiosos que fue encontrando, los testimonios y anécdotas y también dejó un espacio muy importante para agradecer a todas las personas que de una u otra manera colaboraron para que este trabajo haya podido publicarse.
Por otra parte, el museo fue el encargado de la presentación como una forma de homenajear a la ex directora de la institución ya jubilada. “En 2012 se realizó una impresión informal del material en a la que solo pudieron acceder pocas personas, por ese motivo en 2021 desde el museo quisimos que el material tenga una edición formal para revalorizar el trabajo que realizó Olga y de esta manera poder llegar a más personas”, expresó Oitana.
A lo largo de las 180 páginas se puede comprender el devenir de la construcción del edificio, el nombramiento del mismo, conocer quién fue su primer párraco y quienes lo sucedireron. Tambien incluye anécdotas de familiares de quienes trabajaron en una de las remodelaciones que cambiaron el aspecto original de la iglesia.
La construcción tuvo inicialmente dos torres. Con el paso de los años el edificio ubicado frente a la plaza central de la ciudad, fue sufriendo una serie de reestructuraciones hasta llegar a lo que actualmente es.
“Es muy interesante la historia que acompaña a la construcción. La mayoría de los pobladores eran del norte de Italia y profesaban la fe católica. No era la única religión, pero sí la que más se adeptos tenía. Así fue la primera institución en la ciudad. De ahí la importancia de todo esto también como patrimonio cultural”, expresó la autora durante la presentación.
La Parroquia San José es además una de las primeras que se levantó en toda la región. “Hay que contextualizar que se trataba de la cabecera departamental por lo que es uno de los puntos más antiguos de la zona. Seguramente quienes llegaban de Europa necesitaban su lugar de culto para profesar la fe. Hablaba de la idiosincrasia de la población”, explicó la actual directora del museo.
