Fue fundador de la Asociación de Derechos Humanos de Cañada de Gómez, de gran trayectoria política y periodística y columnista de El Impreso del Oeste
Falleció en la mañana de este viernes el histórico militante de derechos humanos, Rubén Eduardo “Kelo” Moreno luego de una corta dolencia. Fue un incansable defensor de los DDHH y dedicó su vida a luchar contra la opresión de las minorías, de las víctimas de violencia institucional, al cuidado del ambiente y contra cualquier resabio social de las decisiones de gobiernos dictatoriales e imperialistas.
Fue dueño de una prolífica labor periodística en incontables medios de la región y también de participación activa en las filas del peronismo como candidato a concejal en Cañada de Gómez y a senador por el departamento Iriondo. “Kelo”, como todos lo conocían, se inició desde muy joven como militante ligado a corrientes de izquierda, y luego abrazó al peronismo.
Una de las facetas que lo distinguió fue su disposición a difundir sus ideales en la lucha por mejorar la calidad de vida de los sectores más desprotegidos y para ello fue parte activa en Página Abierta, un periódico que circulo en la cabecera de Iriondo en las décadas de los ’80 y 90. A comienzos de este siglo tuvo una activa colaboración con La Capital y también participó como columnista en diversas publicaciones gráficas y digitales como Página 12, El Impreso del Oeste, Periódico La Imprenta, Otro Día, Armstrong y Región, Diario Cañada y diversos programas televisivos.
Sin embargo, el rasgo que más destacó durante su vida fue el apego a la lucha por los DDHH y la constante intervención para proteger a las víctimas. Siguió con pasión cada uno de los Juicios por la Memoria, la Verdad y la Justicia y defendió a ultranza, como impulsor y organizador, las actividades en resguardo de la memoria colectiva.
Cada 24 de marzo, renovó ese espíritu en la Plaza por la Vida de su querida Cañada de Gómez, en los actos organizados junto a su compañera Adriana, con quien también compartió la autoría de editoriales y artículos periodísticos.
Con su partida, quedará un marcado vacío, pero a la vez, el enorme legado que cinceló con calidez, calidad humana, principios inclaudicables y su condición de militante incansable.