Mediante técnicas milenarias y la utilización de aceites vegetales, el bienestar está al alcance de nuestras manos
Por Chama M. Nóbile
Cuando uno quiere sentirse bien, piensa en vacaciones, hacer ejercicio, comer algo rico, estar con familia y amigos. En estos tiempos de stress y cortisol alto, la palabra “masaje” también es sinónimo de bienestar y relax. Sin embargo, no todos tienen el tiempo o la capacidad económica para asistir de forma periódica a sesiones de masajes con profesionales. Aún así, existen técnicas milenarias que pueden ayudar para que seamos nosotros quienes apliquemos amor con las manos en nuestro cuerpo agotado y contracturado.
A pesar de que la medicina Ayurveda tiene más de cinco mil años, su arribo a occidente comenzó en forma paulatina hace algunas décadas y hoy en día abundan las ofertas en todas las áreas que ocupa el mundo de la “ciencia o conocimiento de la vida”, de acuerdo al significado en sánscrito de la parabras “ayur” (conocimiento) y “veda” (vida). En ese sentido las terapias con masajes ayurvédicos ofrecen un amplio espectro de posibilidades para atender diferentes dolencias físicas y espirituales y entre ellas, el automasaje es una técnica relativamente sencilla que todos podemos aprender a realizar guiados por profesionales en el tema.
El Abhyanga es una antigua técnica de masaje de la India que proviene del Ayurveda y que tiene como objetivos fundamentales el rejuvenecimiento (rayasana) y la desintoxicación. Este masaje es parte de los tratamientos anuales de purificación del cuerpo, conocido como Panchakarma. Se trata de masajes en todo el cuerpo desde la cabeza hasta los pies (evitando zonas puntuales), donde se usan aceites vegetales o ghee (una manteca clarificada con múltiples propiedades medicinales). La fase de oleación es conocida como snehana, que siginifica “aceite” y cuya raíz sánscrita se identifica con el vocablo “amor”. Por lo que puede considerarse la técnica para “ungir de amor al cuerpo”.
El aceite indicado
En cuanto a los aceites es esencial que no sean de origen mineral como los aceites comerciales para bebés (de reconocidas marcas) o vaselinas derivadas del petróleo. EL motivo es que este tipo de aceites no puede ser procesado adecuadamente por el cuerpo, se va acumulando en los tejidos, tapa los poros y termina intoxicando a la persona. Por esa razón se deben usar aceites vegetales de primera prensión en frío, siendo los más comunes el de oliva, girasol, sésamo o coco, por nombrar sólo algunos. La elección del aceite dependerá además del tipo de piel de la persona que recibirá el masaje, por lo que se debe conocer su nivel comedogénico (término científico que describe el potencial de una sustancia para causar comedones. Es decir, que obstruya los poros y posteriormente provoque acné, imperfecciones o puntos negros).
Tanto el amor como los aceites son de naturaleza sutil y penetran hasta las capas más profundas del ser. El masaje Abhyanga incluye el sentido del tacto, y esa función sensorial suma al lenguaje amoroso. El tacto es el sentido de acción relacionado al elemento aire, por ello a través de él, transmitimos y equilibramos este elemento. A su vez, el masaje se convierte en vehículo del “prana” que es la energía sutil que contiene a la sabiduría y el amor.
Algunas escuelas ayurvédicas enseñan que para que “sneha” llegue a las capas más profundas se debe masajear la zona por 800 mantras lo que equivale a unos 5 minutos, por lo tanto y considerando todo el cuerpo, como mínimo un automasaje debe durar entre 15 minutos y media hora para llegar a obtener sus beneficios.
De acuerdo a los antiguos vedas, con la práctica de Abhyanga ¨el cuerpo de aquella persona que utiliza el masaje de aceite regularmente, rara vez se ve afectado, aunque sea sometido a lesiones accidentales o a trabajo extenuante. Mediante el uso diario del masaje con aceite, la persona tendrá un tacto agradable, adelgazará y se volverá fuerte, encantadora y menos afectada por la vejez¨ (Charaka Samhita: Sutrasthana)
Fisiología del masaje
Concretamente quienes aprendan a aplicarse esta técnica podrán notar tanto mejoras físicas en el aspecto de la piel, la tonicidad muscular, el sistema circulatorio, el digestivo y el estado de ánimo. Al permitir un mejor drenado de los líquidos corporales, disminuye edemas y regula la presión sangínea, oxigena y revitaliza, sólo por nombrar algunos de sus múltiples beneficios tanto físicos como emocionales.
Al igual que en la práctica de ejercicio físico, el masaje colabora con la liberación de endorfinas, hormonas que generan bienestar, alegría, y disminuyen el dolor. También se libera serotonina, relacionada con el placer y la saciedad por lo que se disminuye la angustia, la ansiedad el miedo y la agresividad.
Otra de las hormonas que se libera es la oxitocina, que permite sentirnos conectados entre nosotros, favorece el contacto físico, predispone a dar y recibir afecto y a la relajación . Se activa el sistema parasimpático , que permite la relajación y la disminución del stress crónico, producido por la permanente activación del sistema simpático, que nos mantiene en permanente estado de alerta provocando insomnio y ansiedad.
Indicaciones del masaje ayurveda
El automasaje es indicado para el bienestar general y se puede practicar para reducir cefaleas con o sin aura, trastornos del sueño, cólicos infantiles, síndrome premenstrual, esguinces y tendinitis; estrés postraumático, trastorno obsesivo compulsivo, angustia, trastorno de ansiedad, crisis de pánico . Luego de tratamiento hospitalario, para alteraciones del sistema inmunológico; síndrome de fatiga crónica , HIV, Lupus en fase subaguda. Enfermedades pulmonares , asma , bronquitis crónica, fibrosis quística, bronquiectasias. Pacientes polimedicados. Fibromialgia, eczema. Distrofia muscular de Duschennne, artritis reumatoidea en fase aguda. Parálisis cerebral , espina bífida ,meningocele, mielomeningocele. Diabetes si está hipoglucémico; efectos de quimioterapia en algunos tipos de cáncer sin metástasis; y ayudar en el manejo del dolor y cuidados paliativos.
Contraindicaciones
No se recomienda el masaje en pacientes de cáncer de hueso (si hay diseminación ósea, hay riesgo de fractura); cáncer de colón (el masaje abdominal podría aumentar la diseminación); metástasis ganglionar . También se contraindica cuando hay tos, mucus, constipación, infección, indigestión, vómitos, estados febriles; después de una comida completa; durante los primeros tres días de menstruación o en curas de desintoxicación. Tampoco se indica en casos de trombosis venosa profunda; trastorno de la coagulación o uso de anticoagulantes; vasos sanguíneos dañados; fracturas u osteoporosis avanzada; heridas abiertas; inflamación radiante; infección local aguda , Herpes, verrugas, dermatitis de contacto , sarna , psoriasis; daño de los nervios periféricos y tumores.
