Es la segunda que se impulsada por la Asociación Civil Movilizarse. La recolección de choclos es manual y lo recaudado se destina a comedores, merenderos o instituciones locales y nacionales
Por Romina Alberto
En la localidad de Zenón Pereyra, departamento Castellanos, se realizó el pasado miércoles 16 de agosto, por segundo año consecutivo, la Chocleada Solidaria. La empresa que impulsa esta propuesta es Gaviglio Comercial y convocó para cumplimentar la acción de recolectar choclos, a los alumnos de 4° y 5° año de la Eesopi 3002 Fray Justo Santa María de Oro.
“La Chocleada es un programa social y solidario creado por productores agropecuarios. Consiste en la recolección manual de una hectárea de maíz, donada por un productor rural cuando el producto se encuentra apto para su consumo como choclo o maíz seco. Los encargados de esta tarea son los integrantes de la comunidad más cercana a la hectárea, principalmente alumnos de colegios secundarios acompañados por docentes, padres, instituciones locales y quienes deseen participar”. Así definieron esta actividad desde la Asociación Civil Movilizarse que desde el 2005 trabaja con jóvenes, transmitiendo valores como la solidaridad y el compañerismo, entre otros.
Germán Rossi, integrante de la empresa contó que “Esto es una suma de voluntades. Un productor, en esta ocasión Andrés Racca, quien donó una hectárea del sembrado más los alumnos del colegio secundario que fueron la mano de obra con los jóvenes de 4° y 5° año para la recolección manual, junto a colaboradores de la firma Gaviglio”.
“El único fin de generar alimentos, forjando valores como la solidaridad y trabajo en equipo en la comunidad, la cual va a ser beneficiada junto a otras del país que tienen comedores de la Asociación Movilizarse”, especificó.
Las chocleadas son eventos que están en práctica desde el 2005, actualmente a nivel país son 30 las que se realizan y Zenón Pereyra es una de ellas. La asociación civil es la que da el contexto para hacerlo y a nivel comunidad tiene que existir una firma local y un productor agropecuario dispuestos a que los jóvenes trabajen. “En el campo, se recolecta el maíz en bolsas y luego lo vuelcan a la máquina. Posteriormente será vendido y lo recaudado se destinará en parte a la comunidad de Zenón Pereyra. Es una tarea que no depende únicamente de un productor o jóvenes con ganas de trabajar, sino que sumamos voluntades con un único fin que es la alimentación”, expresó Rossi.
“De esta manera, la chocleada cumple con sus principales objetivos: combatir el hambre, involucrar a las comunidades en una acción solidaria y ayudar económicamente a las organizaciones sociales que más lo necesitan. Los jóvenes están juntando maíz para alguien que no van a conocer nunca, alguien que está comiendo en uno de estos comedores que tiene la fundación, por lo tanto, hacen el bien sin saber quién está delotro lado y eso es muy valioso”, mencionó.
Cosecha manual
“La tarea comenzó a las nueve de la mañana, el objetivo era la recolección manual de una hectárea de choclos en bolsas de arpillera y esas bolsas que tienen el maíz se vuelcan a la máquina cosechadora. Luego el productor ve el rinde promedio del lote que también paralelamente se estuvo trillando, se vende al precio que cotice el maíz sin ningún tipo de gasto de comercialización y ese es el aporte que haceo la empresa. Una parte de esa recaudación se destina a la comunidad local mientras que el resto se distribuye en otros lugares. La donación siempre se hace en forma de alimentos, porque ese es el objetivo de la asociación, nutrir a las personas. Combatir el hambre generando valores”.
Rossi destacó además que, “a los alumnos les contamos que cada choclo que junten es comida, ese esfuerzo se transforma en un plato de comida de alguien, con todo lo que eso implica. Los chicos trabajaron muy a conciencia en grupos de 2 o 3 integrantes, en el medio de los surcos, con guantes, con gorras yaa que era un día de mucho viento, agotador. Pero con muchas energías y son ellos quienes deciden el destino de la donación. Puede ser una, dos o tres instituciones, depende de la localidad, esa decisión la toman los alumnos, como para que también ellos se sientan parte de lo que se está haciendo”.
Las chocleadas en las mayorías de las localidades suelen hacerse en los meses de julio o agosto. “Nosotros juntamos el maíz fisiológicamente maduro, pero no para consumir, por eso lo mandamos a la cosechadora; pero en otros lugares se junta el choclo en estado fresco y directamente va al comedor de alguna ciudad más grande que tenga mucha gente que alimentar. En nuestro caso se cosecha el maíz amarillo, como los vemos en los lotes y lo que se dona es la venta del mismo”.
Chocleadas en la región
En la región se realizaron días pasados en la ciudad de San Francisco, y también en Devoto, provincia de Córdoba. “Desde la empresa, apuntamos a que el año próximo se hagan en más localidades donde la firma comercial tiene presencia. En esta oportunidad hubo colaboradores que estuvieron presentes para conocer la experiencia”.
En la actualidad y en distintos puntos del país, son 30 las chocleadas vigentes con recolección física. “Lamentablemente la sequía hizo que no fuera de la forma que hubiésemos querido”, contó.
Chocleada en pandemia.
En la época de pandemia la actividad tuvo continuidad de forma virtual; “al no poder hacerlo de forma presencial, el productor agropecuario cosechaba, entregaba y se vendía virtualmente y luego se pasaban los fondos. Ahora, lo más lindo es juntarse, ayudar, trabajar en equipo, colaborar y finalizar la jornada con un almuerzo con los protagonistas que son los jóvenes, los docentes, colaboradores, el productor con su equipo de trilla, todos los que hacemos posible que esto suceda, unas 70 personas”, destacó.
“La actividad empieza en el campo, el trabajo más duro y pesado es el de levantar bolsas y concluye con la donación a la institución que el colegio elija. Posteriormente, viene una segunda etapa donde el responsable del programa de la chocleada a nivel nacional, Tomás De Olazábal, brinda un taller de valores para los jóvenes que participaron para comprender aún más el trabajo que hicieron”, puntualizó.
Decálogo de Valores
Los talleres de Movilizarse tienen como objetivo reforzar los valores transmitidos y vividos durante la cosecha. Utilizando disparadores que a partir de canciones, imágenes, videos y ejercicios refuerzan en los chicos su decálogo de valores que son: Empatía, esfuerzo, identidad, autenticidad, altruismo, tolerancia, trabajo en equipo, generosidad, libertad, compromiso social y capacidad de amar.
Rossi culminó la charla entusiasmado y conforme con el trabajo realizado y el objetivo cumplido. “Muchos productores nos contactaron porque quieren hacer su aporte con el lote para el próximo año, entendemos que el ejemplo contagia y eso es lo importante”.